05 May Como involucrar a los trabajadores en la gestión de la prevención
Es fundamental la participación de los empleados en la prevención de riesgos laborales para tener un lugar de trabajo seguro y saludable. Si las personas trabajadoras están comprometidas en el proceso de identificación y prevención de riesgos laborales, se pueden reducir accidentes y mejorar la cultura preventiva.
A su vez, hemos de convenir que el éxito de una correcta aplicación y gestión de la Prevención de Riesgos Laborales depende de conseguir la colaboración activa de nuestros trabajadores.
Motivar a tus trabajadores mantiene un ambiente laboral positivo y productivo.
En el ámbito genérico de la empresa, algunas de las actitudes mas apreciadas por los empleados con respecto a su dirección suelen ser:
· Comunicación: es fundamental la participación de los empleados en la prevención de riesgos laborales para tener un lugar de trabajo seguro y saludable. Si las personas trabajadoras están comprometidas en el proceso de identificación y prevención de riesgos laborales, se pueden reducir accidentes y mejorar la cultura preventiva.
· Clima positivo: Ambiente de trabajo colaborativo y de cooperación. Los empleados se sienten más satisfechos y motivados.
· Oportunidades de desarrollo: Ofrecer formación y oportunidades de ascenso profesional demuestra que la empresa se preocupa por el futuro de sus empleados.
· Recompensas: Valorar el esfuerzo y los logros de los empleados con reconocimientos públicos o privados, formales o informales.
· Flexibilidad laboral y decisiones: Permitir horarios flexibles o la opción de trabajar desde casa puede mejorar el equilibrio entre la vida personal y profesional. Involucrar a los empleados en la toma de decisiones: Esto incrementa su compromiso con la empresa y les hace sentir valorados.
Cómo involucrar a los empleados específicamente en la gestión de la prevención
Tomar la iniciativa
La dirección de la empresa debe tomar la iniciativa en seguridad y salud laboral como ejemplo de convencimiento de implantar una cultura preventiva real de cara a los trabajadores.
Esto exige compromiso público de la Dirección de la empresa dando ejemplo y siendo los primeros que cumplen unas normas que son para todos. Este cumplimiento debe ser real, evidente e ir más allá de la mera declaración formal respaldando las acciones en materia de seguridad y salud.
Participación
Involucrar a los trabajadores exige promover su participación en la prevención de riesgos. Fomentar una cultura preventiva supone reconocer que son ellos quienes se enfrentan a los riesgos y que son profundos conocedores del trabajo que desarrollan.
A estos efectos debe la empresa debe ser receptiva a sus propuestas de mejora dejando que sean los trabajadores con cierta dosis de jerarquía sean los coordinadores e impulsores de la mejora que se plantea. También pueden plantearse grupos de trabajo que bien de manera estrictamente departamental o recogiendo distintos departamentos planteen mejoras en seguridad y salud laboral.
Formación
Proporcionar formación regular en prevención de riesgos laborales para que los empleados puedan identificar y mitigar posibles peligros asegura que los empleados estén al tanto de los riesgos, sean conscientes de a qué se enfrentan y sepan cómo prevenirlos.
Capacitación a través de programas de formación regulares sobre prevención de riesgos laborales que aborden temas cruciales como el uso adecuado de maquinarias, identificación de peligros, manipulación de sustancias químicas y otros muchos de importancia por sectores de actividad. La capacitación debe incluir la disponibilidad de todos los trabajadores de la información para realizar su trabajo de manera segura.
Comunicación
Una política de comunicación clara es vital para que los trabajadores comprendan el fin último de las políticas de prevención de riesgos que lleva a cabo la empresa y que su desarrollo es en beneficio de su salud y seguridad.
Proveer de los canales de comunicación suficientemente sencillos y efectivos que fomenten un diálogo fluido entre trabajadores y dirección de la empresa.
Unos canales que permitan la retroalimentación del sistema mediante las sugerencias recibidas de los empleados para mejorar su salud.
Estos canales deben ser sencillos, reales con la posibilidad de que sean inicialmente anónimos de modo que se fomente la participación. Y pueden complementarse con reuniones, comunicaciones informativas e incluso mediante medios digitales.
Reconocimientos
Reconocer y valorar las contribuciones de los trabajadores en las mejoras que eventualmente se vayan obteniendo constituye el eje de motivación sobre el cual se instituye la idea de que ellos deben participar y ellos se van a beneficiar.
Reconocer públicamente y recompensar de algún modo los comportamientos motiva a los empleados a seguir e incrementar prácticas seguras.
Se pueden instaurar programas de premios y/o reconocimientos para los trabajadores involucrados con comportamientos seguros bajo un programa de evaluaciones periódicas para identificarlos.
Seguridad
Involucrar a los trabajadores exige promover su participación en la prevención de riesgos. Fomentar una cultura preventiva supone reconocer que son ellos quienes se enfrentan a los riesgos y que son profundos conocedores del trabajo que desarrollan.
A estos efectos debe la empresa debe ser receptiva a sus propuestas de mejora dejando que sean los trabajadores con cierta dosis de jerarquía sean los coordinadores e impulsores de la mejora que se plantea. También pueden plantearse grupos de trabajo que bien de manera estrictamente departamental o recogiendo distintos departamentos planteen mejoras en seguridad y salud laboral.
Mejora Continua
El sistema debe retroalimentarse mediante una evaluación a intervalos regulares que identifique áreas de mejora para ajustar las estrategias vigentes. Los responsables debemos detectar los errores heredados o incluso de reciente implantación y las ineficiencias con el fin de ajustar procesos.
Todos los empleados deben comprender las nuevas dinámicas de trabajo y nuevos procedimientos en un proceso de mejora continua para lo cual, su información y formación también puede requerirse como continua.
El establecimiento de mediciones claras para evaluar el efecto de las decisiones tomadas es fundamental en el desarrollo de nuevos procesos o el ajuste de los ya existentes para enfrentar los problemas subsiguientes.
Esto puede llevarse a cabo mediante revisiones de seguridad y realización de auditorías periódicas para evaluar las prácticas en combinación con potentes herramientas estadísticas que nos provean de los indicadores adecuados del progreso llevado a cabo.
En base a estos datos debemos perfeccionar el método utilizado mejorando la implementación de las acciones en función de los resultados para mejorar continuamente la cultura preventiva.